Opinión | Nueva sociedad, nueva política

Lo parece, pero el mundo no está del revés

La derecha emprende camino a una larga hegemonía

Sánchez con Xi Jinping en su visita a China

Sánchez con Xi Jinping en su visita a China

La Primera Internacional o Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) (1864-1876), fue fundada, entre otros, por los dos grandes artífices del socialismo intelectual: Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895). La desaparición de la Segunda Internacional (1889-1920), aún marxista, supuso el fin de la izquierda como se había conocido, dividida entre la Tercera Internacional (que mantuvo las raíces pero se disolvió en 1943/1956), y la Internacional Socialista (1951), que erradicó su origen y parió el socioliberalismo.

El actual presidente de la Internacional socioliberal, Pedro Sánchez Pérez-Castejón (n. 1972), lanzó, el pasado miércoles 9, un alegato en favor del libre comercio ante Pham Minh Chinh (n. 1958), miembro del Buró Político del Partido Comunista de Vietnam y presidente del país, un régimen de partido único socialista con raíces marxistas (como Cuba y China).

Mientras en Hanoi Sánchez defendía el mercado libre, en la Casa Blanca se anunciaba que Donald Trump (n. 1946), una de las setecientas personas más ricas del planeta y 47º presidente de EEUU (país-símbolo del liberalismo mundial), perpetraba el mayor ataque contra el mercado libre en un siglo, imponiendo un 104% de aranceles a los productos chinos.

Si la izquierda insiste en mantenerse dentro de regímenes de partido único liberal, y es la derecha la que satisface el deseo ciudadano de tirar abajo ese orden, es fácil predecir cómo será la próxima década

Mucha gente está perdida ante un mundo aparentemente del revés, pero todo es bastante más sencillo de lo que parece.

Mientras que en China, Cuba o Vietnam hay, abiertamente, regímenes de partido único, en las democracias occidentales también lo hay, pero subrepticiamente. En los tres primeros países solo existe un partido socialista, mientras que en nuestras democracias hay muchos partidos liberales con distintos nombres, lo que en la práctica, es un régimen de partido único liberal.

En España, por ejemplo, votamos cada cuatro años distintas siglas, pero, votemos lo que votemos, las políticas son las mismas: PP y PSOE han coincidido en el 80% de las ocasiones en el Parlamento Europeo, que es de donde se derivan el 53% de nuestras leyes.

El 15-M de 2011 fue un clamor mundial contra las élites políticas que, diciendo defender ideas distintas, viven (muy bien) de la mera gestión de un mismo orden liberal. Así nació el éxito de partidos de izquierdas como Syriza (Grecia) o Podemos (España) que, traicionando sus promesas iniciales, han ido desapareciendo.

La ciudadanía ha decidido confiar ahora en una Internacional de derechas para romper la hegemonía. Por eso Trump ha ganado dos veces las elecciones y tiene que hacer políticas antiliberales (veremos si las mantiene y cómo reacciona la población si las traiciona). Por eso la gente ha dejado de votar a lo que queda de la ex izquierda: Sánchez en Hanoi defendiendo el capitalismo.

Si la izquierda insiste en mantenerse dentro de regímenes de partido único liberal, y es la derecha la que satisface el deseo ciudadano de tirar abajo ese orden, es fácil predecir cómo será la próxima década.

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