
Una mujer sostiene una bandeja de huevos envasados.
Ni huevos ni queso: estos son los alimentos que puedes comer aunque estén caducados según la OCU
Tirar comida por haber pasado la fecha de caducidad es algo muy común, pero según la OCU, no siempre es necesario.
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Es muy posible que en más de una ocasión hayas tirado a la basura alimentos porque se ha superado su fecha de caducidad, pero no siempre es necesario hacerlo, tal y como asegura la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Esta recalca que todos los alimentos no son igual de sensibles.
De esta manera, hay algunos alimentos que todavía se pueden comer sin problemas después de esa fecha, y para ello han elaborado una lista a través de la cual se pueden conocer los productos que siguen siendo consumibles después de llegar a la fecha indicada de caducidad, sin que esta situación implique un riesgo para la salud.
No obstante, de lo que sí advierte la OCU es que consumirlos pasado ese tiempo determinado en el envase puede hacer que pierdan algunas propiedades como su textura, el sabor o el valor nutricional.
Alimentos que puedes comer caducados
Antes de conocer todos los alimentos que puedes consumir una vez superada la fecha de caducidad según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es importante saber diferenciar entre fecha de caducidad y consumo preferente. Este último solo se refiere al momento en el que el alimento se encuentra en condiciones óptimas de sabor, olor y calidad.
Sin embargo, la fecha de caducidad indica el momento en el que un alimento podría pasar a ser peligroso para la salud si se consume después. No obstante, dicha organización recalca que hay una lista de 10 alimentos que se pueden consumir aun siendo superada la fecha límite, siempre y cuando no estén abiertos o muestren signos de deterioro.

EL ESPAÑOL
Los diez alimentos que se pueden consumir con seguridad una vez superada la fecha de caducidad si se encuentran en buenas condiciones son los siguientes: pan lacteado, yogures, patatas fritas y frutas secas, mermelada y manteca, conservas de tomate, sopas y salsas envasadas, pastas, arroces y legumbres, embutidos y quesos curados, galletas envasadas y gaseosas y bebidas alcohólicas.
Asimismo, hay que tener especial cuidado con la carne y el pescado, ya que, aunque no tienen fecha de caducidad, se deterioran con gran rapidez y pueden llegar a verse invadidos por bacterias, aunque estas no se aprecien ni se perciba su olor, lo que hace que aumente el riesgo de sufrir una intoxicación.
Atención a la carne y el pescado
Desde la OCU recomiendan poner atención especial sobre la carne y el pescado. En el caso de que se compren estos productos en envases y tarrinas que sí incluyen la fecha límite, es necesario tener mucho cuidado y observarlos bien, de manera que se pueda detectar cualquier signo en mal estado sin haber caducado.
Si se presenta un color alterado con respecto al habitual o mal olor, esto puede deberse no a su fecha de caducidad, sino a que los alimentos no se han conservado en las condiciones adecuadas y, por lo tanto, sus propiedades pueden haber cambiado. En estos casos, se recomienda no consumirlos por seguridad.
Por otro lado, hay que recordar que hay productos que no están obligados a llevar fecha de caducidad o consumo preferente, como es el caso de bebida alcohólicas con más de un 10% de alcohol, frutas y verduras frescas, vinagre, pan y galletas frescas, sal, azúcar y chicles, si bien esto no quiere decir que no puedan perder sus propiedades a medida que va pasando el tiempo.
¿Y los congelados?
En el caso de los alimentos o productos conservados en el congelador, desde la Organización de Consumidores y Usuarios muestra que son un tipo de producto que suele ser seguro mucho después de la fecha de caducidad. Esto se debe a que almacenar los alimentos a -17 °C consigue "desactivar" las bacterias que pueden provocar el deterioro.
En caso contrario, si no se almacenan correctamente, o si se hace a temperaturas no adecuadas, es posible que no sean seguros de consumir, aunque no hayan alcanzado la fecha de caducidad. Si un alimento tiene un olor desagradable o parece podrido tras descongelarlo, es preferible desecharlo.
Detectar un alimento en mal estado
Existen varias señales o indicativos que nos pueden llevar a saber que un alimento está en mal estado, entre las que podemos encontrar los siguientes:
- Moho: una de las formas más evidentes de saber que un alimento no se encuentra en buen estado es que aparezca moho. Aunque no es necesariamente tóxico, puede contener bacterias que sean venenosas o hagan enfermar.
- Verduras que cambian de color: cuando al observar las verduras te encuentras con que estas tienen manchas grises o marrones, son indicativos de que están empezando a estropearse. Se pueden eliminar las partes afectadas y utilizar el resto.
- Hojas de los vegetales que se reblandecen: las hojas verdes de las verduras se reblandecen o afinan, adoptando una tonalidad marronosa si llevan mucho tiempo en la nevera, mientras que otras, como las zanahorias, se notan más blandas y de un color más anaranjado que al comprarlas.
- Huele mal: otro de los indicios de que un alimento está en mal estado tiene que ver con un fuerte olor a rancio o acre. Si notas que un alimento tiene un mal olor, evita arriesgarte, ya que es muy probable que esté malo.
- Fíjate en la textura: aunque a veces un alimento parece no estar estropeado, si es fácil hacer huecos en la comida al presionarla o la pasta se muestra apelmazada, es un indicativo de que no está en buen estado para su consumo.