El encuentro entre Maduro e Irfaan Alí concluye sin acuerdos sobre el Esequibo

La reunión duró un par de horas. Comenzó a las dos de la tarde y terminó a las cuatro (hora local). Al concluir, ambos mandatarios se dieron la mano cordialmente en señal de despedida, pero no firmaron documento alguno ni hicieron declaraciones al terminar la cumbre. Tampoco fijaron fecha para su próximo encuentro.

En esta primera cita entre Maduro y Alí hubo tensión y caras largas. Ninguno de ellos sonrió ni por cortesía. El mandatario venezolano llevó toda una torre de carpetas con documentos, mientras que su par de Guyana un solo papel con anotaciones.

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La cita fue preparada por organizaciones regionales como el Celac y el Caricom, y el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, envió a su representante especial, el excanciller Celso Amorin, para presenciar la reunión.

Maduro, su esposa, Cilia Flores, y su comitiva llegaron alrededor de las diez de la mañana al aeropuerto de Kingstown, capital de la isla caribeña de San Vicente, el cual ayudaron a construir hace pocos años. Fueron recibidos por el primer ministro, Ralph Gonsalves. Conviene recordar que Maduro ha condonado la millonaria deuda petrolera de la isla.

A esa misma hora también aterrizó el avión del presidente de Guyana, Irfaan Alí, quien recibió una calurosa bienvenida del primer ministro Gonsalves.

La cumbre de los dos mandatarios ha sido preparada con el fin de evitar un posible enfrentamiento bélico entre ambas naciones, que se disputan el Esequibo, un territorio de 159.000 kilómetros cuadrados habitado por unas 150.000 personas.

Las amenazas de Maduro de anexionarse la región en disputa se han visto cumplidas de manera unilateral por parte de Venezuela, mediante decretos aprobados por el Parlamento venezolano que convierten el territorio en una nuevo estado de Venezuela denominado la Guayana Esequiba. Caracas ha dispuesto repartir a los esequibanos la documentación que acredita su condición de ciudadanos venezolanos en Tumeremo, una ciudad situada a 90 kilómetros del Esequibo.

Maduro ha dado un ultimátum de tres meses a las empresas petroleras, como es el caso de Exxon Móbil, para retirarse de las aguas territoriales de Venezuela en la fachada Atlántica, que todavía no han sido delimitadas internacionalmente. Las multinacionales no se han pronunciado sobre si aceptan o no esa imposición.

La tensión entre los dos países vecinos ha ido en aumento durante las últimas semanas, tras la celebración del referéndum sobre el Esequibo, realizado el pasado 3 de diciembre y que, según el régimen de Maduro, dio el 95% de aprobación a la anexión a Venezuela del territorio disputado.

Ante la escalada de tensión, Lula da Silva dijo que es necesario evitar una guerra entre los dos vecinos. Esta posibilidad afectaría directamente a Brasil, que está construyendo una carretera de 200 kilómetros en la zona.

Al llegar, Maduro declaró en su cuenta de X (Twitter): «Celebro que el Caricom haya dado este paso que vamos a aprovechar al máximo, en función de que América Latina y el Caribe sigan siendo zonas de paz. Será la victoria de la paz de nuestra patria». Adelantó que «esta reunión será para establecer un punto de convergencia en torno a la disputa por el Esequibo. Vengo con un mandato del pueblo de Venezuela, buscamos soluciones satisfactorias como el Acuerdo de Ginebra».

Por su parte, el presidente Irfaan Alí reiteró su posición: «La controversia fronteriza no es objeto de discusión, negociación o deliberación». Reiteró que «la posición de Guyana es y seguirá siendo que se resuelva en y por la CIJ, la cual es una postura consistente y conforme al Acuerdo de Ginebra». Alí cerró una entrevista con la NBC con un rotundo: «Maduro es un criminal que actúa de manera muy imprudente... El Esequibo pertenece a Guyana... No hay absolutamente ninguna negociación sobre el Esequibo».